Una centrifuga para hematocritos es un equipo especializado que permite obtener la proporción compacta del volumen de eritrocitos en la sangre. En menos de siete minutos, esta máquina permite que los eritrocitos alcancen su densidad máxima de compactación, para de esta manera conocer su nivel de hematocrito y también poder disponer de plasma libre de células utilizado posteriormente en otros análisis. Por lo que son máquinas centrífugas de amplio uso en los laboratorios, tanto en los de salud pública, como en los de investigación, en los clínicos, entre otros.
La prueba del hematocrito es un tipo de análisis de sangre. La sangre se compone de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Los glóbulos y las plaquetas están suspendidos en un líquido llamado plasma. El hematocrito mide la cantidad de sangre compuesta por glóbulos rojos. Los glóbulos rojos contienen la hemoglobina proteína que transporta oxígeno de los pulmones al resto del cuerpo. Tener niveles del hematocrito demasiado altos o bajos puede indicar un problema de la sangre, deshidratación u otras condiciones médicas.
¿Cómo funciona esta centrifuga?
Esta potente centrífuga separa muestras en cuestión de minutos. Con una aceleración centrífuga máxima de 16.060 x g, esta centrífuga para hematocrito necesita menos de siete minutos para que los eritrocitos alcancen su densidad de compactación máxima o para poder disponer de plasma libre de células para análisis ulteriores. Por cada ciclo puede centrifugar hasta un total de 24 tubos capilares dependiendo de los equipos.
Por lo general estas centrifugas poseen un rotor segmentado que ofrece una cámara individual para cada tubo capilar. Esto presenta la ventaja de que, en caso de romperse un tubo de vidrio, ninguno de los demás tubos capilares será dañado por una reacción en cadena. Las esquirlas de vidrio y la sangre del tubo capilar afectado se recogen en una cubeta de amortiguación que se encuentra en el margen exterior de cada uno de los segmentos. Al mismo tiempo sirve de apoyo para los tubos capilares, es fácil de limpiar y de intercambiar.
En los equipos más modernos una vez realizada la sedimentación pueden consultarse los valores de hematocrito utilizando la tapa del rotor que, al mismo tiempo, es un disco de evaluación. Para esto no será necesario que extraiga los tubos capilares. Esto le ahorra tiempo y proporciona seguridad adicional.
¿Que consideraciones debes tener en cuenta al emplear estos equipos?
Durante el proceso de trabajo con las centrifugas para hematocritos se recomienda en primer lugar que únicamente se encuentre personal altamente capacitado en el área donde se van a realizar las labores, con el fin de preservar la integridad de la muestra, con este mismo fin es indispensable mantener cerrada la tapa mientras la centrifuga trabaja; del mismo modo es indispensable que la superficie donde va a trabajar la máquina se encuentre adecuadamente nivelada.
Como parte de los cuidados y mantenimiento de estas centrifugas, se recomienda mantener un chequeo periódico, con el fin de detectar y reemplazar piezas en mal estado, evitando a toda costa utilizarlos; y mantener la centrifuga perfectamente limpia, libre de restos de muestras, de vidrio, de polvo o de cualquier otro material.
Antes de comenzar a trabajar, además de cargar la centrifuga y cerrarla, hay que asegurarse de que se encuentre bien cerrada y posteriormente regular la velocidad de encendido, así como el tiempo en el que va a trabajar.
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