Las centrífugas para laboratorio son equipos esenciales para llevar a cabo procedimientos de ciencia básica en diversos experimentos. Se utilizan para acelerar la sedimentación de partículas o líquidos por aplicación de fuerzas centrífugas. Esto se usa para separar los componentes que se encuentran en estos líquidos o suspensión. Las centrífugas pueden ser específicas para diferentes aplicaciones para cumplir con los procesos específicos de cada trabajo.
Las centrífugas pueden estar hechas de vidrio, plástico, acero inoxidable u otros materiales y tienen una variedad de capacidades. Las centrífugas especializadas permiten la separación de los componentes de una sustancia a través de la aplicación de fuerzas centrífugas controladas. Algunas centrífugas especializadas tienen la capacidad de realizar separaciones complejas en un solo paso. Esto ahorra tiempo y costos en comparación con los procedimientos que conllevan múltiples pasos.
Las empresas fabricantes de equipos de laboratorios diseñan diferentes modelos de centrífuga para adaptarse de forma específica a aplicaciones particulares de los laboratorios. Por ejemplo, hay centrífugas que incorporan la función de refrigeración que son ideales para separar sustancias termolábiles. Por otra parte, las no refrigeradas pueden aplicarse a sustancias más estables. De igual manera, las revoluciones que pueden alcanzar encuentran aplicación en situaciones particulares, algunas de las cuales se describen a continuación.
Algunas aplicaciones donde la centrifugación es relevante
Existen numerosas aplicaciones para centrifugas para laboratorio específicas. El análisis de cromatografía se utiliza con frecuencia para separar sustancias de una mezcla de compuestos muy relacionados, que no pueden separarse eficientemente por otra técnica de separación. Por lo tanto, usando una centrífuga de laboratorio específica, los datos se obtienen con mayor precisión y exactitud. Esta medición se usa ampliamente en la industria para analizar medicamentos, alimentos, productos químicos y otros materiales.
Otra aplicación común de estas centrífugas son los experimentos con cultivos celulares. Estos experimentos usan centrífugas específicas para separar las células suspendidas en un medio líquido. Estos experimentos, a menudo, se usan para el estudio de la interacción entre bacterias, enfermedades infecciosas y el cuerpo humano. Algunas de estas centrífugas pueden incluso permitir la visualización de los resultados en tiempo real.
Otra aplicación de las centrífugas para laboratorio es para el estudio ultraestructural. Estas aplicaciones usan espectrometría de masas y centrífugas para separar los componentes, hasta un microscopio electrónico para la realización de imágenes microestructurales. Esta aplicación también se usa para el estudio de muestras biológicas como líquidos corporales para evaluar la presencia de componentes o de entes tales como agentes patógenos.
Una centrífuga para cada aplicación en el laboratorio
Además, hay centrifugas para laboratorio específicas para uso clínico. Estas centrífugas se usan en hospitales y laboratorios clínicos para separar componentes celulares, microorganismos, componentes hormonales y microglóbulos. Estos son elementos claves para el diagnóstico y el tratamiento de trastornos médicos. En algunos casos, las centrífugas pueden enfriarse a temperaturas sumamente bajas durante la separación, para mantener la estabilidad de los componentes separados.
Las centrífugas más simples pueden ser empleadas en laboratorios de análisis químico cualitativo para la separación de elementos químicos metálicos y no metálicos para su identificación posterior mediante pruebas químicas específicas. Igualmente, la centrifugación puede ser útil en un análisis gravimétrico como paso previo de separación y purificación de los componentes a analizar.
Aunque hay una amplia variedad de centrifugas para laboratorio específicas para diferentes aplicaciones, estos son algunos de los usos más comunes. Al elegir una centrifuga para laboratorio específica, es importante considerar el tamaño, la velocidad y los perfiles de uso adecuados para la aplicación específica. Al tener estos factores en cuenta, los laboratorios pueden mejorar la productividad, ahorrar tiempo y evitar daños a los equipos. Las centrífugas para laboratorio son una parte importante de los equipos de laboratorio y ofrecen a los científicos una forma de separar materiales para el análisis y la investigación.
Los modelos de centrífuga de Kalstein para los laboratorios
Comprometidos con el servicio a los laboratorios y a sus necesidades, el fabricante Kalstein dispone de una variedad de centrífugas que pueden ser empleadas en aplicaciones específicas. Dentro del catálogo de equipos que tiene a la venta, se pueden encontrar centrífugas refrigeradas y no refrigeradas, mini-centrífugas y otras de mayor tamaño, así como equipos con bajas revoluciones hasta las que pueden alcanzar las 12 mil revoluciones. Los laboratorios que estén interesados en la compra y los precios de estos equipos, pueden consultar las páginas AQUI y AQUI.