La fuga de cerebros en EE. UU.: científicos que buscan oportunidades laborales en el extranjero ante el ataque de Trump a la investigación

La disminución de oportunidades para los investigadores en Estados Unidos está llevando a algunos científicos a buscar empleo en el extranjero, especialmente en Europa. Este fenómeno ha cobrado relevancia en los últimos años, impulsado por las políticas de la administración Trump que han afectado gravemente el panorama de la investigación científica en el país.

El impacto de las políticas de Trump en la investigación científica

El economista Matthias Doepke, tras tres décadas en Estados Unidos, decidió dejar su puesto en la Universidad Northwestern y mudarse a Londres con su familia. Este cambio no fue fácil, pero las drásticas modificaciones en la ciencia estadounidense bajo la administración Trump lo llevaron a tomar esta decisión. Desde su llegada al poder, Trump ha implementado recortes presupuestarios sin precedentes, ha despedido a científicos y ha terminado con numerosas subvenciones, lo que ha generado un ambiente de incertidumbre en el ámbito académico.

Doepke, quien se especializa en cómo el desarrollo económico influye en las familias y la igualdad de género, continuará su investigación en la London School of Economics and Political Science, donde ya tenía un puesto desde 2022. “No esperaba volver a Europa, ni siquiera dejar Evanston”, comenta Doepke, quien es ciudadano estadounidense pero originario de Alemania.

La búsqueda de un entorno más favorable para la investigación

La decisión de Doepke de mudarse se remonta a 2016, después de la primera victoria electoral de Trump. En 2022, su familia se trasladó al Reino Unido, con la intención de mantener la opción de regresar a EE. UU. Sin embargo, la reelección de Trump y sus ataques más intensos a la ciencia y la inmigración hicieron que reconsiderara su futuro en el país. “La investigación y el conocimiento no se valoran de la misma manera si interfieren con la ideología”, afirma.

La situación ha llevado a otros científicos a contemplar la posibilidad de abandonar Estados Unidos. Una investigadora postdoctoral en la Escuela de Medicina de Harvard, que prefirió permanecer en el anonimato, decidió aceptar ofertas de trabajo en Europa a pesar de tener un futuro prometedor en varias universidades de la Ivy League. “Mis decisiones están motivadas por mi deseo de vivir en Europa, pero la situación política también influye”, explica. La incertidumbre sobre la financiación y los derechos laborales en EE. UU. ha creado un ambiente poco propicio para planificar un futuro.

La incertidumbre laboral y la búsqueda de estabilidad

Otro investigador, un neurocientífico con 15 años de experiencia en el Albert Einstein College of Medicine en Nueva York, también está considerando dejar el país. Aunque la idea de mudarse a Europa había estado presente en su mente por razones personales y profesionales, la situación política y la falta de financiación han acelerado su decisión de buscar oportunidades en el extranjero. “Esto no es solo un momento en el que dices: ‘Si las cosas se ponen mal, me iré’. Ya se ha puesto mal”, señala.

Este neurocientífico está explorando posiciones en Austria, Alemania y Escocia, y menciona que otros colegas en su laboratorio, tanto estadounidenses como de otras nacionalidades, están abiertos a la idea de reubicarse. “EE. UU. corre el riesgo de perder a muchos buenos científicos, y eso no ayudará a su competitividad”, advierte.

La búsqueda de nuevas oportunidades en el extranjero

La investigadora de cáncer Kristin Weinstein también está considerando oportunidades laborales en Canadá y Suiza. La búsqueda de un entorno más favorable para la investigación y la vida personal se ha convertido en una prioridad para muchos científicos que sienten que su futuro en EE. UU. está en peligro.

La fuga de cerebros en el ámbito científico estadounidense es un fenómeno que podría tener consecuencias a largo plazo para la competitividad del país en el ámbito de la investigación. La combinación de recortes presupuestarios, despidos de personal y un clima político hostil está llevando a muchos investigadores a buscar nuevas oportunidades en el extranjero, donde esperan encontrar un entorno más propicio para su trabajo y desarrollo profesional.

La situación actual plantea interrogantes sobre el futuro de la ciencia en Estados Unidos y si el país podrá recuperar su posición como líder en investigación y desarrollo en un mundo cada vez más globalizado.

**Fuente:** https://www.nature.com/articles/d41586-025-01489-y