La centrifugación de alta velocidad es una herramienta insustituible para el aislamiento y caracterización de múltiples estructuras biológicas: desde biomoléculas, como ácidos nucleicos y proteínas, hasta organelos celulares y virus.
Una centrifuga es una máquina que hace girar una muestra a gran velocidad, a fin de generar una fuerza –denominada fuerza centrífuga– que separe los componentes de dicha muestra, con el objeto de analizarlos. Es aplicable a la biología, farmacéutica, química, entre otros.
Es un equipo de extrema utilidad para muchos tipos de ensayos clínicos y de investigación. Los diferentes tipos de centrífuga se ajustan a los diferentes tipos de centrifugación: la centrifugación preparativa, cuyo objetivo es aislar partículas específicas, y la centrifugación analítica, con la que se pueden estimar propiedades físicas como la velocidad de sedimentación o el peso molecular.
El tipo de procedimiento clínico y el tamaño del laboratorio son dos de los factores más importante a la hora de elegir un centrífuga. Algunas centrífugas pueden usarse en una gran variedad de aplicaciones, mientras que otras sólo sirven para propósitos muy concretos. Aunque existen muchos modelos y tipos de centrífuga, su funcionamiento es siempre el mismo: todas las centrífugas rotan las muestras alrededor de un ángulo fijo y separan los fluidos de las sustancias sólidas aplicando el principio de sedimentación.
Tipos de centrifugas
En los laboratorios se distinguen básicamente tres tipos de centrífuga: las de gran tamaño, las centrífugas de sobremesa y las minicentrífugas. Las centrífugas de gran tamaño y las centrífugas de sobremesa son las que se conocen propiamente como “centrífugas”, mientras que la centrífugas más pequeñas se conocen como minicentrífugas o microcentrífugas. Estas minicentrífugas utilizan tubos de plástico (o “microtubos) capaces de trabajar con mínimas cantidades de líquidos de muestra.
La centrífugas de sobremesa son normalmente más sencillas de manejar y proporcionan soluciones de centrifugación más versátiles. Aunque originalmente fueron diseñadas para ser utilizadas en laboratorios con limitaciones de espacio, actualmente se utilizan en todo tipo de laboratorios.
La centrífugas más grandes suelen ser del tamaño de una lavadora y pueden ser de dos tipos: centrífugas de alta velocidad y ultracentrífugas, que a su vez se distinguen en analíticas y preparativas.
¿Cómo funciona una centrifuga de alta velocidad?
Las centrífugas de alta velocidad, son centrifugas especializadas que alcanzan velocidades máximas entre 18.000 y 25.000 rpm (pueden generar alrededor de 60.000 g). Son refrigeradas y normalmente tienen sistema de vacío para evitar el calentamiento del rotor a causa del rozamiento con el aire. Este mismo sistema de vacío permite que puedan tener un control más exacto de la temperatura que aquellas que no hacen vacío. Son útiles en la separación de fracciones celulares, pero insuficientes para la separación de ribosomas, virus o macromoléculas en general.
¿Cuáles son las aplicaciones y ventajas de una centrifuga de alta velocidad?
Una centrífuga de alta velocidad dará al Laboratorio la oportunidad de mejorar sustancialmente las capacidades de investigación. Son utilizadas en el estudio de la estructura y dinámica del ADN durante la replicación y diferenciación celular. Por lo que es ampliamente utilizada en biomedicina, patología molecular, biología molecular y biotecnología y biomateriales.
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